viernes, 25 de abril de 2014

Curso de Evaluación y Tratamiento del Dolor UBA-AAED




Director: Dr. Jorge Vivé
Coordinador Académico: Dra. Mariana Bendersky
Coordinador Docente: Dra Verónica Matassa

Diseño y confección del Programa: Dres. Jorge Vivé, Mariana Bendersky y Verónica Matassa ( 10-12-2012)


Introducción :
                               En 1949, la OMS definió la salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no sólo la ausencia de enfermedad o dolencia”. En el año 1979 la comunidad científica a través de la Asociación Internacional para  Estudio del dolor (IASP), formuló una definición unificada de dolor, describiéndolo como “Una experiencia sensorial y emocional desagradable, asociada a un daño tisular existente o potencial, o descrita en términos de ese daño”.
La Sociedad Española del Dolor (SED) ha propuesto, que ésta definición se amplíe en el sentido de considerar al dolor agudo no tratado como causa de cronificación y al dolor crónico como una enfermedad en sí misma. Dado que las dos definiciones son complementarias, ellas serán aceptadas y constituirán la base de conceptualización en el desarrollo de este programa .
Si una condición de dolor "tratable" se deja sin atención debido a la no disponibilidad de los medios existentes para su tratamiento, entonces la condición puede convertirse en crónica y constituir una enfermedad por sí misma. En términos humanísticos, relacionados con la salud, el concepto de "disponibilidad" implica la obligación de la sociedad de proveer, dentro de sus posibilidades, aquellos medios existentes para tratar las enfermedades tal y como ha sido determinado y universalmente aceptado bajo el Derecho a la Salud .
Por otro lado, en 1999, la Joint Commission on Accreditation of Healthcare Organizations (JCAHO) de EE.UU., publicó sus Pain Assessment and Management Standards, donde exige que la valoración del dolor fuese considerada la quinta constante vital .

Desde el punto de vista taxonómico, el dolor se puede clasificar en :

a. Dolor Transitorio: Es el dolor provocado por la activación de nociceptores en la piel u otros tejidos del cuerpo, en ausencia de daño tisular. Este tipo de dolor es transitorio y rara vez requiere que el paciente busque atención médica.

b. Dolor Agudo: Es el dolor provocado por una lesión importante de tejidos del cuerpo y la activación de fibras nociceptivas en el área de daño tisular.  Se puede observar después de un trauma, intervenciones quirúrgicas o algunas enfermedades.  Su proceso de curación suele durar unos días o unas semanas y los pacientes que lo padecen requieren de atención médica.

c.  Dolor Crónico: Es el desencadenado por una lesión o enfermedad y puede ser perpetuado por factores que no sean la causa del dolor. La extensión de trauma, la cicatrización posterior o, la implicación del sistema nervioso en la propia lesión incrementan el riesgo de presentar dolor crónico. Además de los síndromes de dolor crónico, en los que la intensidad del dolor está fuera de proporción con la lesión original o daños en los tejidos, otros síndromes pueden ocurrir espontáneamente en la ausencia de cualquier signo de lesión.  Su evolución puede ser de meses o años, requieren manejo médico especializado y muchos de los casos son de difícil manejo terapéutico. 

La atención integral de la persona que sufre dolor, incluye el tratamiento farmacológico, procedimientos intervensionistas que le permitan al paciente disminuir la intensidad de dolor, disminuir el consumo de medicamentos y mejorar la calidad de vida. Además requiere de apoyo psicológico, social y de rehabilitación que le permita recuperar la autonomía funcional, con reintegro laboral y social  oportuno.
A nivel mundial, la prevalencia del dolor experimentado en la población general  ha demostrado que es un problema de salud pública, situándose entre 20-50%.  Por otra parte, se predice que alrededor del 80% de la población tendrá un problema de dolor lumbar en algún momento de su vida .  Aún no disponemos de estudios epidemiológicos nacionales o regionales que determinen no solo la frecuencia sino la distribución y magnitud del dolor y factores asociados.  Igualmente se desconoce el impacto sobre la prestación en los servicios de salud, en el ámbito laboral y en la calidad de vida de las personas, aspectos fundamentales para establecer propuestas de intervención adecuada y pertinente, tanto en promoción de la salud, como en prevención.  Existen algunos muestreos y encuestas de tendencia, que no permiten tener una caracterización  ni evaluación precisa de la incidencia, prevalencia, severidad y atención integral de las personas con dolor (Encuestas de la AAED, Sociedad Argentina de Neurología y laboratorios privados).  

En Buenos Aires y en otras ciudades de la Argentina y del mundo se da una tendencia al envejecimiento de la población, éste cambio demográfico es diferencial por sexo, encontrándose más mujeres en la etapa de adulto mayor. El aumento en la expectativa de vida ligado a enfermedades crónicas, conlleva al aumento de la incidencia de dolor crónico.



Fundamentos:
                         Los profesionales de la salud refieren debilidades en la formación para la atención integral de las personas con dolor, por insuficiencia de la cátedra de dolor en los curriculum de pregrado y postgrado en el país.
Actualmente no se contempla una cátedra de tratamiento del dolor o programas de formación sustentados en el tiempo en instituciones educativas oficiales.
En el sector privado solo las asociaciones brindan cursos de formación para médicos y se cuentan con cursos para kinesiólogos sin supervisión de estas asociaciones en diferentes ámbitos.  Basta como ejemplo describir que el dolor crónico es por si mismo una enfermedad no reconocida por los sistemas sanitarios mundo.
A pesar que, a  este nivel se está abogando porque la atención del dolor sea reconocida como un derecho fundamental ligado al derecho a la salud, al explorar los contenidos y reglamentaciones vigentes, se evidencia que las intervenciones, procedimientos y actividades incluidos en el PMO, relacionados con la atención del dolor, no garantizan una atención integral al paciente debido a la no inclusión de procedimientos específicos y los existentes no cubren los  estándares de calidad y seguridad en la atención actualmente recomendados.


Destinatarios:
                        Curso  presencial destinado a estudiantes de medicina y otros estudiantes de la salud.

Objetivos Educacionales:
1.     Actualizar e integrar las bases morfológicas y funcionales de la transmisión y percepción del dolor
2.     Actualizar los mecanismos fisiopatológicos y procesos farmacológicos de respuesta.
3.     Identificar y sistematizar los principales cuadros semiológicos
4.     Incorporar los principales esquemas de tratamiento
5.     Actualizar los principales protocolos de investigación en el área

Duración: 48 hs distribuidas en 3 meses.

Modalidad:

                      Clases presenciales semanales  con foros de discusión en horarios a determinar e intercambio con los docentes solicitados.

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