Director:
Dr. Jorge Vivé
Coordinador
Académico: Dra. Mariana Bendersky
Coordinador Docente: Dra
Verónica Matassa
Diseño y confección del Programa:
Dres. Jorge Vivé, Mariana Bendersky
y Verónica Matassa ( 10-12-2012)
Introducción :
En
1949, la OMS definió la salud como “un estado de completo bienestar físico,
mental y social, y no sólo la ausencia de enfermedad o dolencia”. En el año
1979 la comunidad científica a través de la Asociación Internacional para Estudio del dolor (IASP), formuló una
definición unificada de dolor, describiéndolo como “Una experiencia sensorial y
emocional desagradable, asociada a un daño tisular existente o potencial, o
descrita en términos de ese daño”.
La Sociedad Española del Dolor (SED) ha propuesto, que ésta definición
se amplíe en el sentido de considerar al dolor agudo no tratado como causa de
cronificación y al dolor crónico como una enfermedad en sí misma. Dado que las
dos definiciones son complementarias, ellas serán aceptadas y constituirán la
base de conceptualización en el desarrollo de este programa .
Si una condición de dolor "tratable" se deja sin atención
debido a la no disponibilidad de los medios existentes para su tratamiento,
entonces la condición puede convertirse en crónica y constituir una enfermedad
por sí misma. En términos humanísticos, relacionados con la salud, el concepto
de "disponibilidad" implica la obligación de la sociedad de proveer,
dentro de sus posibilidades, aquellos medios existentes para tratar las
enfermedades tal y como ha sido determinado y universalmente aceptado bajo el
Derecho a la Salud .
Por otro lado, en 1999, la Joint Commission on
Accreditation of Healthcare Organizations (JCAHO) de EE.UU., publicó sus Pain
Assessment and Management Standards, donde exige que la valoración del dolor
fuese considerada la quinta constante vital .
Desde el punto de vista taxonómico, el dolor se puede
clasificar en :
a. Dolor Transitorio: Es el dolor provocado por la
activación de nociceptores en la piel u otros tejidos del cuerpo, en ausencia
de daño tisular. Este tipo de dolor es transitorio y rara vez requiere que el
paciente busque atención médica.
b. Dolor Agudo: Es el dolor provocado por una lesión
importante de tejidos del cuerpo y la activación de fibras nociceptivas en el
área de daño tisular. Se puede observar
después de un trauma, intervenciones quirúrgicas o algunas enfermedades. Su proceso de curación suele durar unos días
o unas semanas y los pacientes que lo padecen requieren de atención médica.
c. Dolor Crónico:
Es el desencadenado por una lesión o enfermedad y puede ser perpetuado por
factores que no sean la causa del dolor. La extensión de trauma, la cicatrización posterior o,
la implicación del sistema nervioso en la propia lesión incrementan el riesgo
de presentar dolor crónico. Además de los síndromes de dolor crónico, en los que la
intensidad del dolor está fuera de proporción con la lesión original o daños en
los tejidos, otros síndromes pueden ocurrir espontáneamente en la ausencia de
cualquier signo de lesión. Su evolución
puede ser de meses o años, requieren manejo médico especializado y muchos de
los casos son de difícil manejo terapéutico.
La atención integral de la persona que sufre dolor, incluye el
tratamiento farmacológico, procedimientos intervensionistas que le permitan al
paciente disminuir la intensidad de dolor, disminuir el consumo de medicamentos
y mejorar la calidad de vida. Además requiere de apoyo psicológico, social y de
rehabilitación que le permita recuperar la autonomía funcional, con reintegro
laboral y social oportuno.
A
nivel mundial, la prevalencia del dolor experimentado en la población
general ha demostrado que es un problema
de salud pública, situándose entre 20-50%.
Por otra parte, se predice que alrededor del 80% de la población tendrá
un problema de dolor lumbar en algún momento de su vida . Aún no disponemos de estudios epidemiológicos
nacionales o regionales que determinen no solo la frecuencia sino la
distribución y magnitud del dolor y factores asociados. Igualmente se desconoce el impacto sobre la
prestación en los servicios de salud, en el ámbito laboral y en la calidad de
vida de las personas, aspectos fundamentales para establecer propuestas de
intervención adecuada y pertinente, tanto en promoción de la salud, como en
prevención. Existen algunos muestreos y
encuestas de tendencia, que no permiten tener una caracterización ni evaluación precisa de la incidencia,
prevalencia, severidad y atención integral de las personas con dolor (Encuestas
de la AAED, Sociedad Argentina de Neurología y laboratorios privados).
En Buenos Aires y en otras ciudades de la Argentina y
del mundo se da una tendencia al envejecimiento de la población, éste cambio
demográfico es diferencial por sexo, encontrándose más mujeres en la etapa de
adulto mayor. El
aumento en la expectativa de vida ligado a enfermedades crónicas, conlleva al
aumento de la incidencia de dolor crónico.
Fundamentos:
Los
profesionales de la salud refieren debilidades en la formación para la atención integral de las personas con dolor,
por insuficiencia de la cátedra de dolor en los curriculum de pregrado y
postgrado en el país.
Actualmente
no se contempla una cátedra de tratamiento del dolor o programas de formación
sustentados en el tiempo en instituciones educativas oficiales.
En
el sector privado solo las asociaciones brindan cursos de formación para
médicos y se cuentan con cursos para kinesiólogos sin supervisión de estas
asociaciones en diferentes ámbitos. Basta como ejemplo describir que el dolor crónico es por si mismo una enfermedad no
reconocida por los sistemas sanitarios mundo.
A
pesar que, a este nivel se está abogando
porque la atención del dolor sea reconocida como un derecho fundamental ligado
al derecho a la salud, al explorar los contenidos y reglamentaciones vigentes,
se evidencia que las intervenciones, procedimientos y actividades incluidos en
el PMO, relacionados con la atención del dolor, no garantizan una atención
integral al paciente debido a la no inclusión de procedimientos específicos y
los existentes no cubren los estándares
de calidad y seguridad en la atención actualmente recomendados.
Destinatarios:
Curso presencial destinado a estudiantes de
medicina y otros estudiantes de la salud.
Objetivos Educacionales:
1.
Actualizar e integrar las bases morfológicas y
funcionales de la transmisión y percepción del dolor
2.
Actualizar los mecanismos fisiopatológicos y
procesos farmacológicos de respuesta.
3.
Identificar y sistematizar los principales
cuadros semiológicos
4.
Incorporar los principales esquemas de
tratamiento
5.
Actualizar los principales protocolos de
investigación en el área
Duración: 48 hs distribuidas en 3
meses.
Modalidad:
Clases presenciales
semanales con foros de discusión en
horarios a determinar e intercambio con los docentes solicitados.
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